Black Stamp Rum

Yo también soy un barón negro · en honor a Bohumil Metelka (Jan y Milan Metelka, nieto y hijo)

OEn la década de 1950, el régimen comunista de Checoslovakia empleaba diversas formas para oprimir a “personas no fiables”. Uno de los métodos de “reeducación” más habituales era enviar a los jóvenes insumisos a campos de trabajo. Estos miembros de los llamados “batallones técnicos auxiliares” eran conocidos como “barones negros” por la insignia negra que los identificaba, y Bohumil Metelka fue uno de ellos. Como supuesto miembro de la “juventud burguesa” los comunistas lo enviaron por más de tres años a “construir el socialismo” en las minas de carbón de Ostrava. Pero empecemos desde el principio. La historia de la familia Metelka podría servir de ejemplo de cómo los cambios políticos del sigo XX afectaron la vida de personas normales.

Todo empezó en 1934, cuando Antonín Metelka, que entonces tenía 32 años, decidió ampliar la cartera de bebidas en su taberna sirviendo a sus clientes sus propios licores y bebidas espirituosas, además de marcas “ajenas”, y empezó a producirlas junto con su hijo Bohumil, primero para su propio local, pero su creciente popularidad les llevó a distribuirlos toda Moravia del Sur. Taberneros y comerciantes compraban marcas populares como Režná, Rum, Griotka, el licor de hierbas Praděd, el licor amargo Wolga, el licor Rosbašský o el Liqueur de Chartreuse. Los Metelka también les abastecían de productos elaborados según recetas originales, como Hubertus, un licor de hierbas especial para cazadores.

La expansión de la marca fue interrumpida en 1940 por la segunda guerra mundial, cuando el elevado consumo con fines bélicos introdujo el racionamiento del alcohol. Inmediatamente después de la guerra, Bohumil Metelka quiso reanudar el éxito de su padre y en 1947 se graduó de la escuela de destilería en Praga. Sin embargo, sus audaces planes no llegarían a concretarse, cuando un año después, en 1948, el régimen comunista liquidó los emprendimientos privados, y en 1950 decidió que el alcohol estaría a cargo de un monopolio estatal, lo que significó el fin de todas las empresas privadas. Antonín Metelka perdió su licencia y la producción quedó en manos de una empresa estatal, que más tarde la clausuraría definitivamente.

Pero la cosa no terminó en la liquidación de una exitosa empresa familiar, había que enderezar y reeducar al engreído y optimista Bohumil Metelka. A los comunistas les bastó como prueba del comportamiento “burgués” y la actitud provocativa de Bohumil el hecho de que asistió al desfile del primero de mayo en ropa de tenis, y así fue que, en el mismo año que le quitaban la destilería a su familia, lo enviaron a la mina Hedvika en Ostrava para “reeducarlo” con tres años de trabajos forzados. Su clasificación de persona no fiable afectaría su vida posterior y la vida de los miembros de su familia. Después de volver, pudo trabajar en hostelería solo en las posiciones más bajas, como tabernero o camarero común. Recién luego de décadas fue capaz de conseguir empleo en el restaurante de oficiales de la guarnición de Vyškov.

La empresa que lleva el nombre Metelka sería revivida por el hijo de Bohumil, Milan, que en 1991 puso todos sus esfuerzos en el emprendimiento, a pesar de las objeciones de su papá. No se dejó desalentar y fue capaz de promocionar una bebida de sabor único y con un logo reconocido no solo en el mercado nacional, sino también el internacional, gracias a la fusión con la empresa Rudolf Jelínek. A pesar de ello, la destilería mantiene su carácter familiar y hace hincapié en la historia y la tradición de la marca y las circunstancias que acompañaron su nacimiento y funcionamiento. El desarrollo del ron Black Stamp es otra prueba de ello.

Jamaica y el ron son una combinación como Francia y el vino, Rusia y el vodka y la República Checa y la cerveza. Pero algo que vale para todas estas bebidas “nacionales” es que también otros países pueden producir ejemplos de calidad. Black Stamp de Metelka es prueba clara de ello.

Milan Metelka ha creado un blend excelente de rones jamaiquinos añejados en promedio cinco años en barricas de roble blanco. Por supuesto, no puede llevar la designación “de Jamaica” debido a que su elaboración no emplea melaza fermentada de caña de azúcar ni el método de destilación tradicional conocido como Pot Still. No obstante, como otros rones de Jamaica, Black Stamp tiene un dulzor suave y un hermoso color oscuro gracias a la mezcla de restos de melaza en el producto terminado. El producto resultante de la destilería METELKA es valorado incluso por conocedores por su intenso sabor y aroma a ron con suaves notas de frutos secos.

Aunque Black Stamp es el primer ron de caña con etiqueta METELKA, la empresa tiene amplia experiencia en la producción de la bebida conocida como la “sangre del Caribe”. Son varias las empresas reconocidas que han empleado las capacidades de Milan Metelka para crear recetas de ron genuino, conocimientos que han sido aprovechados para crear Black Stamp.